Los meses de invierno son la época ideal para el avistamiento de olas en las costas gallegas.
La fotografía de fenómenos metereológicos extremos tiene cada día más adeptos y nuestra costa es sin duda la mejor para el avistamiento y fotografía de grandes olas.
No en vano las costas gallegas son el primer obstáculo que se encuentran las grandes olas que tienen su origen en el atlántico norte. Cuando rompen contra nuestra costa, forman un espectáculo sobrecogedor digno de ser admirado.
Sin embargo hay que tener mucho cuidado, porque es una actividad que no está exenta de riesgos, un selfie delante de una ola gigante puede convertirse en una jornada de luto. Cuando se declara la alerta roja es particularmente arriesgado acercarse demasiado al mar.
Quede por tanto claro que esto no es una invitación a conductas temerarias, de hecho no aconsejamos acercarse al mar cuando se anuncien olas de más de 8 metros.
En este enlace puede consultarse la predicción de altura de olas en la zona.
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| En los grandes temporales las olas pueden llegar al punto de observación. |
Aunque hay muchos lugares apropiados a lo largo de nuestra costa, en esta ocasión proponemos acercarse hasta la atalaya do Bico en el ayuntamiento de Valdoviño, a 30 minutos en coche de nuestra casa, sin duda uno de los mejores sitios de la zona para esta actividad.
Se trata de un promontorio de unos 16 metros de altura al que se accede después de atravesar un istmo que se adentra en el mar.
Las coordenadas para llegar al sitio podeís encontrarlas aquí.
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| La costa de Ferrol es un lugar privilegiado para la fotografía de grandes olas. |
En la época de las mejores olas, el viento y la humedad serán una constante en la zona. Es imprescindible ir con ropa impermeable y de abrigo, así como un calzado adecuado. Hay que caminar por una senda con matorral bajo por lo que acabrás con arañazos en las piernas si no llevas pantalones largos.



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